La zona europea interesada por el ecec

La idea de una comunidad internacional trabajando por una educación emprendedora consciente hace su camino hacia el este del Atlántico.

En Potsdam, cerca de Berlín, Alemania, tuvo lugar la semana pasada, del 2 hasta el 7 de noviembre, un seminario titulado Promoting entrepreneurial education in Schools (Promoviendo la educación emprendedora en las escuelas). Era el primer seminario de este tipo organizado por la OCDE dentro de su programa Entrepeneurship360. En el sitio, estuvieron reunidos unos directores de escuelas, profesores y varios representantes trabajando en los niveles de primaria, secundaria, profesional e incluso en los ministerios nacionales de la educación de 20 países europeos. Conferencistas presentaron sus más recientes investigaciones, una de los cuales lleva la idea de crear un ECOSISTEMA ESCUELA-COMUNIDAD para que se desarrolle una escuela empresarial (EE) en Europa. Esta investigación se une prácticamente a la visión y a los ideales promovidos por el ECEC durante muchos años. Una EE europea tendría por lo tanto el mandato de contribuir, poco a poco, con la emergencia de una cultura emprendedora en los jóvenes.

Cada día, escuchamos testimonios evocando las múltiples iniciativas en educación empresarial que algunos profesores y directores de escuela conducen, con convicción y coraje. Muchos de ellos, afirmaron que se sentían solos en sus escuelas, se ven a sí mismos como aves raras, tanto en sus regiones como en sus países. Algunos gobiernos desarrollan políticas o adoptan discursos favorables a la educación empresarial, pero ellos no inyectan fondos para apoyar las iniciativas de las pocas escuelas que se atreven aventurarse allí. Entre la intención y los medios propuestos, existe un gran brecha. Los programes estructurales están en su mayoría ausentes. En Suecia y Finlandia, las cosas parecen ser un poco diferentes. Por ejemplo, ciertos directores y profesores de escuela están invitados para implicarse en equipos nacionales y para participar en la elaboración de programes educativos, de estructuras de referencia y estrategias, facilitando el uso de enfoques empresariales en clases. Austria, por su parte, se dotó de una estructura ministerial que pretende investigar pedagogías y modelos organizacionales para sus escuelas.

El deseo que expresan muchas de las personas asistiendo a ese seminario seria que muchas escuelas, y la mayor parte de profesores de esas escuela, llegan según un proceso voluntario, a elegir un enfoque de pedagogía emprendedora y a aplicarla según una cantidad determinada de horas. De hecho, lograr desarrollar una verdadera cultural emprendedora necesita una inversión educativa anual suficiente, y que esa contribución (inversión educativa) siga durante toda la escolarización. Esto no es ciencia de cohetes, esta lógica también vale para todas las materias escolares. Por ejemplo, nosotros no podríamos concebir aprender de una manera satisfactoria el español, las matemáticas, las ciencias sociales y las ciencias al final de algunas horas distribuidas sobre algunos días, algunas semanas o algunos meses.

La idea que una comunidad de intercambio en educación emprendedora consciente pueda consolidarse finalmente, parece más relevante y es urgente abordarla. Primeramente, para sacar del aislamiento a los profesores y los directores gracias a la creación de redes (networking). Luego, para facilitar el intercambio de las mejores prácticas y para promover el comienzo de un servicio competente de acompañamiento. ¿La OIECEC, la OCDE, la Comisión Europea y los actores involucrados en la educación empresarial podrían actuar juntos, reinventando así la escuela, para contribuir al desarrollo de capacidades empresariales con conciencia entre los jóvenes? Tal colaboración podría estimular a las naciones participantes y contribuir a asegurar el desarrollo sostenible de cada una de ellas.

RINO LÉVESQUE